5º Domingo de Pascua, Año A

Publicado: May 18, 2014

La siguiente homilía fue predicada en la parroquia de San Patricio de North Little Rock el sábado 17 de mayo de 2014 y en la parroquia de Catedral de San Andrés de Little Rock el domingo 18 de mayo de 2014.

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Obispo Taylor

¿Alguna vez has participado en un Paseo de Confianza? Esta es una dinámica para ayudar a la gente crecer en confianza entre ellos. Cuando lo hice me vendaron los ojos y luego mi navegante me guió alrededor de todo tipo de obstáculos y cambios de terreno usando instrucciones verbales exclusivamente — sin tocarme para guiarme.

Por ejemplo, dijo: "da vuelta a la izquierda, bien ahora en unos 3 pasos hay una gran roca y debes pasarla por encima, bien ahora hay un poco de grava, etc. "

En el Evangelio de hoy Jesús prepara a sus discípulos para una vuelta muy difícil en su Paseo de Confianza con él. Hasta este punto Jesús les había navegado con éxito a través de todas las controversias y experiencias de su ministerio público.

¡Y lo mismo vale para nosotros! Después de todo, ¡estamos en un Paseo de Confianza con Jesús también! Toda nuestra vida como cristianos es un Paseo de Confianza con Jesús — ¡es eso que es la fe! Jesús nos prepara en la Iglesia, en los sacramentos, en la oración y en las Escrituras para cada — todavía desconocido — giro y vuelta que tendremos que enfrentar en esta vida.

Ahora estaban en la Última Cena y Jesús sabía que a pesar de todos sus esfuerzos, todavía no entendían lo que estaban a punto de enfrentar. Jesús estaba muy preocupado de que iban a desanimarse tanto de perder la fe y darse por vencidos. Por lo tanto, les recuerda hoy explícitamente que están en un Paseo de Confianza y él sigue siendo su navegador.

Comienza por asegurarles: "No dejen que se turbe su corazón." Sí, se va a ir — va a haber un momento de la separación — pero ahora saben cómo proceder. Ese camino es el camino de Jesús, el camino de hacer las cosas como las hace Jesús, Jesús que es él mismo el camino, la verdad y la vida.

Si se unen con Jesús, no se les pueden separar de él aun cuando se haya ido. Si hacen las obras de Jesús, irán al Padre a través de Jesús, cuyas obras realizan. Y al final, Jesús volverá para llevarlos a sí mismo, donde permanecerán unidos a Jesús y el Padre para siempre en la morada que Jesús ha preparado para ellos.

¡Y lo mismo vale para nosotros! Después de todo, ¡estamos en un Paseo de Confianza con Jesús también! Toda nuestra vida como cristianos es un Paseo de Confianza con Jesús — ¡es eso que es la fe! Jesús nos prepara en la Iglesia, en los sacramentos, en la oración y en las Escrituras para cada — todavía desconocido — giro y vuelta que tendremos que enfrentar en esta vida.

No estamos exactamente con los ojos vendados, pero a veces estamos tan completamente sorprendidos por los acontecimientos que parece que lo estamos. Algunas veces estamos muy frustrados y desanimados porque no tenemos el cuadro completo, y por lo tanto nuestra fe flaquea. Nos olvidamos de que estamos en un Paseo de Confianza y que Jesús es el navegador que nos va guiando paso a paso tras cada obstáculo y cada cambio de terreno.

Él no dice: "Bien, ahora vete al destino." Él dice: "Gira a la izquierda, bien ahora piensa en lo que acabas de oír, bien ahora deja que tu alma sea alimentada con la Eucaristía, bien ahora extiende tu mano y trata de suavizar las cosas con tu nuera, y así adelante".

Y por eso nos tranquiliza también: "No dejes que se turbe tu corazón." Sí, hay una separación, pero sabes cómo proceder, haciendo lo que haría Jesús, Jesús que es el camino, la verdad y la vida.